Callando la voz de Dios
1. Una chica necesitaba una prótesis de un costo muy elevado, me ofreció apoyarle vendiendo boletos para una rifa que le permitiera conseguir los recursos para dicha compra, le dije que sí, pensé: tengo tantos conocidos que no será difícil vender 10 boletos de $100 pesos, seguro que puedo! Pasó el tiempo y se acercaba la fecha de la rifa, pero yo estuve muy ocupada en mi trabajo, en mi vida social, en mis decepciones amorosas que lo último que pensaba era en ir a recoger los boletos para la venta, total, había muchas otras personas que le estaban apoyando. Había una voz en mi interior que día a día me decía: no olvides recoger tu talonario para la rifa, pero nunca tuve tiempo, tenía tantas cosas que hacer que finalmente llegó el día de la rifa y yo nunca pude ir por los boletos. Hubo una inquietud por unos días en mi corazón al pensar que pude haber hecho algo por esta chica y no lo hice… 2. Mi dirigía a visitar a una amiga, mientras conducía mi auto en una pendient...