"ROSTROS"

(En la sala de un hospital…)

Éramos un grupo de jóvenes invitados a llevar comida al Hospital, mientras algunos se dedicaban a armar platos con sándwiches, una rebanada de pastel y un puñado de papás deshidratadas, otros recorrían los pisos del hospital par invita a la gente a bajar y compartir con ellos un plato… un humilde pero delicioso plato de comida. Tienen idea de ¿Cómo sabe un sándwich en un hospital? Es la cosa más deliciosa para muchos, incluso para mí lo fue, y lo digo no con afanes presunciosos, pero es que estando allí te entra una pesadez anímica muy fuerte, sólo estuve una hora, con amigos, sin ningún pariente enfermo y es algo pesado recorrer esos pasillo.

Un poco más tarde, al ver a la gente acercarse por ese plato al cual fueron invitados, mientras servía unos pocos vasos de refresco, se fueron acercando poco a poco, lentamente y era imposible no percibir esos rostros, todos diferentes, todos cargados, unos más, unos menos pero algo dentro de mi ser me hizo ruido. Unos un poco tímidos, otros con pena y así fueron desfilando frente a nosotros!

Me tomé un momento para ver a mis compañeros y de ellos recibí otro mensaje importante, al verlos ahí, vi otro tipo de Rostros, estos entusiasmados con lo que hacían, pensé: ¿Qué los trajo aquí? ¿Qué los movió para cambiar una cena con amigos, una salida al cine, o simplemente estar cómodamente en casa tirados en el sofá viendo TV? ¿Por qué están aquí? ¿Qué te mueve a hacer algo así por un desconocido? Te mueve la Gracia de Dios, su amor y la gratitud que tienes hacia Él. Ellos están llenos de Él!

Después de un rato, se fue juntando la gente y una de las chicas que encabeza esta bella misión, les leyó un pasaje de la Biblia y les hacía una reflexión sobre lo leído, en ese momento yo solo pude enfocarme en aquellos ROSTROS, eran todos distintos y pensaba:
  • “Él, se ve cansado, como si no hubiera dormido por días”
  • “Éste otro se ve triste, como resignado esperando algo, y me parecía que no tenía idea de lo que él mismo esperaba”
  • “Ella, de mayor edad lucía cansada pero confiada, esperanzada, reflejaba un cansancio físico más no espiritual”
  • “La chica de unos 30 años, ella se atrevía a sonreír en su espera, en su angustia; su sonrisa me pareció tan linda, tenía fuerza en su corazón para regalar una hermosa sonrisa a los demás”


En cada uno de esos rostros vi a Jesús, vi su amor, su grandeza, su esperanza de vida!
Ellos me invitaron a ser más agradecido por todo lo que tengo, por mi familia, por mis amigos, por mi salud, mis pies, mis ojos, mis brazos, mis sentidos, me invitaron a sonreír en la adversidad y a ser empático.

Esos rostros maravillosos, me recuerdan que debo amar en todo momento.

Esos rostros me hablaron y me dijeron que no necesito tener una fortuna para dar un poco de mí, un refresco, una bolsa de papás, un pastel... y entonces recordé que si tengo algo de mucho valor, hay algo que sí poseo y tengo para dar… mi tiempo!!! 

Estar con ellos me tomó un poco más de una hora (lo equivalente a: una función de cine, una comida-sin sobremesa-, una hora en el tráfico, una hora de camión, etc.) que sin duda, ha sido una hora verdaderamente aprovechada en mi vida. No solo para dar, sino para recibir y crecer en amor y en Espíritu!

En esos rostros tan diferentes y tan iguales todos, esos rostros de cansancio, de miedo, de duda, de angustia, de fe, de esperanza, de amor, de sonrisas, rostros de vida; todos esos rostros lo vi ayer allí y sólo puedo concluir que, esos, son EL ROSTRO DE JESÚS!



Que maravilloso es Jesús cuando nos saca de nuestra burbuja para ver que en realidad lo que nos pasa, es a veces nada, comparado con lo que alguien más está lidiando; que nos saca de nuestra debilidad para ver la de otros y entonces hacernos más fuertes y agradecidos, que nos sonríe y nos pide sonreír al resaltar nuestras bendiciones… que hermoso eres Señor!

“Que mi rostro sirva para reflejarte a ti, Señor”


©Julsvelazquez
“En todo amar y servir”


Comentarios

Entradas más populares de este blog

"Un enemigo nunca traiciona"

Me gusta lo que veo

TRAICIÓN...