Historias de mi padre; "Dios en mi camino"

"Dios en mi camino"


Conducía en la camioneta que mi hermano me había prestado para ir a trabajar, cuando de pronto sentí un fuerte golpe de lado del copiloto que nos sacudió. Pasaron unos segundos y me di cuenta que intencionalmente nos habían chocado, era un grupo armado que después del impacto atravesó su camioneta al frente para que no saliéramos huyendo. Me bajé a dialogar, inmediatamente me rodearon apuntándome a mí y a mis trabajadores con armas de fuego, ¡una de ellas estaba en mi cabeza!

La rabia me invadió y me puse a discutir con el tipo, mientras este seguía apuntando y amenazando con disparar. Lo confronté y después de varios gritos de aquí para allá y de allá para acá, nos dejó continuar. Minutos más tarde, ya avanzados en el camino y mientras todos guardábamos silencio, no dando crédito a lo sucedido, pensé: ¿Cómo fue que salimos ilesos de esto?, ¿Por qué esos hombres no accionaron sus armas? y entonces vinieron a mi mente los rostros de mi esposa, mis hijas, mis nietos y no pude evitar que de mis ojos cayeran un par de lágrimas, ¡pues entendí que enfrentarlos fue una locura y un error! 

Me orillé en el camino, nos bajamos todos a respirar un poco de aire y algunos inevitablemente caímos de rodillas y en llanto, sólo podíamos dar gracias a Dios por su protección, por su amor a nosotros y nuestras familias, porque lo que hice (confrontarlos) fue muy arriesgado y en medio de todo, Él estuvo ahí, cubriéndonos, entre esos hombres y nosotros estuvo Él, impidiendo una tragedia.

 

"Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos".

 Salmo 91:11

 

Al llegar a casa y ver a mi esposa y mis hijas recibirme con una sonrisa, mi corazón latió con fuerza y nuevamente alcé la mirada para decir: ¡Gracias Dios!

En situaciones como esta, en donde no encuentras explicación a lo sucedido, en donde tu razonamiento no te alcanza para comprender, solo te queda una cosa, ¡voltear a ver a Dios y dar gracias por ese milagro de vida que te da! 

Dos cosas me dejan esta experiencia: la primera es reconocer y resaltar el amor de Dios, su gracia y su tiempo, sin duda Él me acompaña siempre y a veces yo no me doy cuenta, pero Él me invita a hablarle, reconocerle y amarle; y la segunda, la cordura que ante cualquier situación uno debe guardar, por más difícil que ésta se presente. ¡Lo material se recupera, la vida solo es una! 



 

¡Hoy vuelvo a Dios con más fuerza!

¡Hoy amo más a mi familia!

¡Hoy vivo la vida con más entusiasmo!

 

@Julsvelazquez

 


Comentarios

Entradas más populares de este blog

"Un enemigo nunca traiciona"

Me gusta lo que veo

TRAICIÓN...