TRAICIÓN...


Cuando escuchas la palabra "Traición", ¿qué es lo primero que viene a tu mente?
Yo, pienso en un Judas, que amó más lo material, el dinero, más que su relación con Jesús y sus hermanos.

Que triste es ver que aún hay tanto "Judas" suelto, gente que se acerca a ti, te conoce, se gana tu confianza y a la vuelta de la esquina te traicionan, violan esa confianza que habías depositado en ellos, no valora la relación, sea de amistad, de amor, de negocios.

La traición es una de las armas más destructivas en la humanidad, la deslealtad que se ofrece a otra persona, es ofensiva al amor, a la amistad, a la sinceridad.

Cuando eres traicionado por un ser querido, eres herido gravemente! Hieren tu confianza, hieren tu autoestima, hieren tu seguridad y entonces pasas por una serie de etapas que te desgastan como persona, pierdes la fe principalmente en esa persona que te traicionó, pero también con el resto de las personas y entonces volver a confiar, a creer se torna difícil.

Por su parte, para quien traiciona también se torna difícil, tal vez en el momento no es consciente de su acción pero pierde la amistad, el amor, la confianza del ser al que traicionó, cuando desee (si es que sucede) recuperar esa relación, no volverá a ser nunca lo mismo, su mundo se vuelve vacío, sin amigos que puedan volver a confiar en él, esto lo puede apartar de la gente y entonces sólo serán el y sus mentiras, sus traiciones, él y nadie más.

En un mundo en donde cada vez son menos los que se preocupan por los demás, en donde cada día es mayor el numero de gente que sólo piensa en si mismo y se vuelve indiferente a una realidad a su alrededor, realidad de pobreza, de dolor, de hambre, de injusticia, de violencia, de desamor, de guerra... en un mundo como ese estoy yo, estás tú!

El deseo de querer tener más, de "crecer" económicamente y de sentir que vales por lo que tienes, ese sentimiento de poder termina cegando a las personas al grado en que no importa como, pero han de conseguir aquello que se propongan, aún cuando tengan que pasar por encima de las personas.

A nadie nos gusta sabernos traicionados, pero cuando esto sucede tenemos dos opciones: Aceptar la situación y querer seguir adelante, ó Frustrarnos por esa deslealtad y amargarnos el corazón con rencor y venganza.

Guardar rencor no te dejará nada bueno, es como estar sosteniendo una pieza de carbón caliente en tu mano, quemándote, recordándote el hecho y sin remediar nada, al contrario, solo afectando tu salud, tu entorno porque te vuelves desconfiado, amargado, gruñón, y muchas veces lo haces contra la gente que realmente te quiere, entonces suelta, libérate y sigue adelante.

Las acciones de los demás no deben cambiar tu corazón, si te traicionan, perdona, ama y sigue adelante... Decirlo parece fácil, cierto? No, no es fácil salir de ello pero siempre es posible, siempre sí tienes una buena relación contigo misma y sobre todo con Dios, si el amor de Dios está en ti, entonces sabrás que el perdón es lo mejor que puedes dar a ese tipo de personas.

Y permíteme darte un par de consejos: Rodéate de gente que ame a Dios, que tenga una buena relación con Él y que procuren servir al prójimo antes que a ellos mismos; y por último, no generalices, no todo el mundo es así, no cierres tu corazón y verás que hay más gente buena en la que verdaderamente puedes creer y confiar.


... Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Mateo 18:21-22



"En todo amar y servir"
©Julsvelazquez
@julsvelazquez
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